miércoles, 8 de abril de 2015

Congreso de Berlín.

El Congreso de Berlín de 1878 fue una asamblea diplomática de los representantes de varios estados europeos con el propósito de reorganizar la región de los Balcanes tras la guerra ruso-turca de 1877–1878. Fue organizada bajo la presidencia de Bismarck, Canciller de Alemania, país anfitrión del congreso.

  • Armenia pasa bajo control del Imperio otomano.
  • Bosnia-Herzegovina pasa bajo control del Imperio austrohúngaro.
  • Reino de Serbia, Montenegro y Reino de Grecia son ampliadas.
  • Parte de Rumanía obtiene su independencia.
  • El Reino de Bulgaria recupera su independencia como principado autónomo, a expensas del Imperio otomano.
  • Chipre pasa bajo control británico.
  • El tratado asegura a Francia y el Reino de Italia la posibilidad de ocupar Tunicia y Tripolitania (Libia).

El Tratado de Berlín fue el acto final del Congreso de Berlín (13 de junio-13 de julio de 1878), por el cual el Reino Unido, Imperio Austrohúngaro, Francia, Imperio alemán, Reino de Italia, Rusia y el imperio otomano bajo el sultán Hamid revisaban el Tratado de San Stefano firmado el 3 de marzo de ese mismo año.
El tratado reconocía la plena independencia de los principados de Serbia, Montenegro y Rumanía, y la autonomía de Bulgaria.
El Tratado de Berlín acordó un estatuto legal especial para algunos grupos religiosos; también sirvió como modelo para el sistema de minorías que se restablecerá más tarde en el marco de la Liga de las Naciones. También propuso vagamente una rectificación de fronteras entre el Reino de Grecia y el Imperio otomano que se llevó a cabo después de intensas negociaciones en 1881 con la cesión de Tesalia a Grecia.

Weltpolitik.

La Weltpolitik era una estrategia que fue adoptada en Alemania a finales del siglo XIX por el emperador Guillermo II al acceder al trono en 1888, reemplazando así a la Realpolitik.
Tras apartar al viejo Bismarck de la cancillería en 1890, Guillermo II se lanzó a la construcción de la hegemonía mundial de Alemania. En el corto plazo, esto tuvo dos consecuencias: el alejamiento de Rusia, al no renovar en 1890 el Tratado de Reaseguro, y el creciente enfrentamiento con Gran Bretaña provocado por la competencia económica y los planes de construcción naval germanos.





 Esta nueva estrategia armamentística era más agresiva, lo que llevó a un conflicto entre Alemania y las demás naciones,  por lo que se la considera responsable de una serie de crisis diplomáticas que precedieron a la Primera Guerra Mundial.  Dicha política pretendía encontrar un lugar en Europa, proporcional al creciente poder industrial de Alemania, principalmente mediante la creación de un imperio colonial que pudiera rivalizar con el de otras potencias. El elemento más espectacular en esta política fue la creación de la Marina Imperial (también conocida como la Flota de Altamar), una flota que pudiera rivalizar, e incluso superar, en fuerza a la Armada Real del Reino Unido. Esto condujo a una carrera en el desarrollo naval entre Alemania y el Reino Unido.
A pesar de ser antiguos rivales en sus ambiciones imperialistas, Francia, Reino Unido y Rusia, se aliaron contra el poder naval alemán. De esta manera se dividió Europa mediante dos estructuras de tratados entre las grandes potencias: la Triple Entente formada por Francia, Rusia y el Reino Unido; y la Triple Alianza entre Alemania, el Imperio austrohúngaro e Italia.



En gran parte, la Weltpolitik era vista como una secuencia del nacionalismo que había influenciado Alemania en los últimos años. Mientras que anteriormente el nacionalismo se había centrado en la unificación de Alemania, tras lograr afianzarla definitivamente, los nacionalistas alemanes buscaron aumentar el poder internacional de Alemania, por lo que se pensó que el imperio colonial era algo esencial. La doctrina del darwinismo social, la cual proclamaba la supervivencia del más fuerte aplicada a los Estados así como a los individuos. Si un estado no intentaba expandirse, sería debilitado o destruido.

Conferencia de Algeciras.

La Conferencia Internacional de Algeciras tuvo lugar en la ciudad española de Algeciras entre el 16 de enero y el 7 de abril de 1906.
Principales objetivos de la conferencia:
El objetivo de la conferencia fue solucionar la llamada primera crisis marroquí que enfrentaba a Francia con Alemania. 
La crisis había surgido en 1904 con motivo del acuerdo que habían suscrito Francia y España, con el visto bueno del Reino Unido, para delimitar las zonas de Marruecos sobre las que dichas potencias coloniales ejercerían su protectorado.
Los alemanes mostraron su disconformidad con dicho acuerdo al estar también interesados en un protectorado propio en Marruecos, alegando como justificación la crecida deuda que tenía el sultán de Marruecos con bancos alemanes, así como el interés de importantes comerciantes germanos en desarrollar sus actividades en suelo marroquí, e iniciaron una ofensiva diplomática que culminaría el 31 de marzo de 1905 con la visita a Tánger del káiser Guillermo II, donde éste anunció su defensa de la independencia marroquí y exigió la convocatoria de una reunión de las potencias afectadas por la situación inestable del sultanato, lo cual implicaba una velada crítica a los intereses coloniales de Francia en esa región.
Durante los trabajos preparatorios de la Conferencia se barajaron como sedes de la misma las ciudades de Tánger y Madrid aunque finalmente se designó como sede de la misma la localidad española de Algeciras, por ser un lugar equidistante entre Madrid y Rabat.

Naciones participantes:

Asistieron trece países y entre ellos estaban Alemania, Francia e Italia.

Consecuencias: 

Entre los acuerdos firmados España adquiere junto a Francia obligaciones para ejercer un protectorado en Marruecos. Tendrá lugar tras la firma del Tratado de Fez en 1912 formándose el Protectorado español de Marruecos (Norte) y el Protectorado francés de Marruecos (Sur), fortaleció la posición francesa y dejó al imperio Alemán sin alguna ganancia colonial.
La ambición alemana causó que el gobierno de Gran Bretaña apoyara las pretensiones francesas de repartir Marruecos en dos protectorados. 
Tal acercamiento franco-británico resultó una novedad en la diplomacia europea, que años después generaría la entente cordiale de ambos países en oposición a Alemania.
Rusia apoyó también los pedidos de su aliado francés, mientras que Austría-Hungría apoyó a Alemania.
 Desgraciadamente los acuerdos no terminarían con el conflicto ya que el mismo se reprodujo en 1911 cuando estalló la “segunda crisis marroquí”.

domingo, 22 de marzo de 2015

GUILLERMO II

Guillermo II de Alemania fue el último emperador o káiser del Imperio Alemán y el último rey de Prusia. Gobernó entre 1888 y 1918.

Fue el hijo primogénito de Federico III y de la princesa del Reino Unido Victoria. Fue proclamado káiser tras el breve reinado de su padre. Es asociado a la Primera Guerra Mundial y el imperialismo europeo.
Guillermo II tenía una personalidad compleja, brutal para algunos, manipulador excesivo para otros, en suma una personalidad que algunos historiadores han tildado de megalómana extrema, poco tolerante y avasallante. No por ello menos inteligente y vivaz, y se ha afirmado que con el tiempo y la experiencia adquirió astucia política y militar.
Tal enfoque ciertamente estropeó la política alemana bajo su liderazgo, ejemplificándose principalmente en acontecimientos como el despido del cauteloso canciller Otto von Bismarck. El káiser tuvo una relación difícil con su madre, quien era fría y estricta con él, y se sentía en cierta manera culpable por la deformidad del brazo izquierdo de su hijo, tratando en muchas ocasiones de corregirla a través de un riguroso régimen de ejercicio y dolorosos sistemas médicos. En 1908 sufrió problemas mentales y, en adelante, su posición tuvo menor peso en la toma de decisiones en Berlín.
Resulta interesante que, dados sus orígenes ingleses, Victoria tratase de inculcar en su hijo un sentido de supremacía británica en muchos aspectos. Insistía en llamar a sus hijos por sus nombres en inglés: a Guillermo lo llamaba «William» y a su segundo hijo Enrique le llamaba «Henry». Ciertamente, el futuro káiser sentía un profundo respeto por Gran Bretaña, por su abuela la reina Victoria y por los ingleses. Esto se dio desde las etapas más tempranas de su desarrollo.
Guillermo II fue educado en Kassel en el instituto de enseñanza y en la Universidad. Poseía una mente muy ágil, que era frecuentemente subyugada por su temperamento cascarrabias. Tenía cierto interés por la ciencia y la tecnología del período, pero gustaba de hacer notar a la gente que él era un hombre de mundo, perteneciente a un orden distinto de la raza humana, designada a la monarquía. Guillermo II fue acusado de megalomanía (es una condición psicopatológica caracterizada por fantasías delirantes de poder, relevancia, omnipotencia y por una inflada autoestima), en 1894, por el pacifista alemán.
Como vástago de la casa real, Guillermo II estuvo expuesto, desde una edad temprana, a la sociedad militar de la aristocracia prusiana. No es necesario mencionar que esto fue un elemento importantísimo en su vida, ya que se puede notar con facilidad que en su madurez era raro verlo sin el uniforme militar. Esta cultura militar del período tuvo un gran papel al forjar el carácter político de Guillermo II, así como en sus relaciones personales.
La relación de Guillermo II con los demás miembros de su familia era tan interesante como la que tenía con su madre. Veía a su padre con un profundo amor y respeto. La posición de su padre como héroe de las guerras de unificación fue responsable de la actitud del joven Guillermo, ya que en las circunstancias en las que fue criado, el contacto emocional cercano entre padre e hijo no era muy alentado. Más tarde, cuando estuvo en contacto con los opositores políticos de su padre, Guillermo II adoptó sentimientos ambivalentes hacia su padre, dada la notable influencia de su madre sobre una figura que debió haber sido de independencia masculina y de fuerza.
Guillermo II también idolatraba a su abuelo, Guillermo I de Alemania, y posteriormente intentó implementar una cultura del primer emperador alemán como «Guillermo el Grande». Guillermo I murió en Berlín el 9 de marzo de 1888, y el padre del príncipe Guillermo fue proclamado emperador como Federico III de Alemania. Federico murió de cáncer de garganta, y el 15 de junio de ese mismo año, su hijo de 29 años lo sucedió como Emperador de Alemania y Rey de Prusia.


domingo, 11 de enero de 2015

Origen y caída del Muro de Berlín.


Declaraciones de un padre, en el año 1823.

"Mis dos hijos, uno de 10 el otro de 13 años, trabajan en la fábrica de Milnes, en Lenton. Entran en ella a las cinco y  media de la mañana y no paran hasta  la hora del té... disponen de media hora para comer  y vuelven a su casa a las diez menos cuarto. Es corriente que el trabajo se prolongue hasta las diez, hasta las once y hasta las doce. Ganan entre 6 chelines  y 2 peniques por semana.
Uno de ellos, el mayor, trabajó dos años en la fábrica  de Wilson, ganaba dos chelines 3 peniques por semana. La dejó porque el vigilante le pegaba y le arrancó un diente. Me quejé  y lo despidieron. Ahora trabaja 16 horas, y como es natural, cuando llega a casa está muy cansado. Me he visto obligado a pegarle con una correa y pincharle para que se despierten. Me ha causado un enorme dolor el tener que hacerlo."

jueves, 11 de diciembre de 2014

Orígenes de la Revolución Industrial.

Después de siglos de estancamiento en Europa, el crecimiento económico volvió a encontrar perspectivas muy favorables. La Revolución Industrial iniciada en Inglaterra a mediados del siglo XVIII, al cambiar las condiciones de producción, indujo un enriquecimiento espectacular que se fue generalizando con el correr de los años.
Un buen índice de este crecimiento fue su producción de hierro: 60.000 ton. en 1780; 300.000 en 1800 y 700.000 1830.
Es el mayor cambio que ha conocido la producción de bienes desde 1800 en Inglaterra. La aparición de las máquinas, instrumentos hábiles que utilizan energía natural en vez de humana, constituye la línea divisoria entre dos formas de producción. La producción maquinista creó las condiciones para la producción y el consumo en masa, característicos de época actual, hizo surgir las fábricas y dio origen al proletariado.
La revolución industrial es el cambio en la producción y consumo de bienes por la utilización de instrumentos hábiles, cuyo movimiento exige la aplicación de la energía de la naturaleza. Hasta finales del siglo XVIII el hombre sólo había utilizado herramientas, instrumentos inertes cuya eficacia depende por completo de la fuerza y la habilidad del sujeto que los maneja. El motor aparece cuando se consigue transformar la energía de la naturaleza en movimiento. La unión de un instrumento hábil y un motor señala la aparición de la máquina, el agente que ha causado el mayor cambio en las condiciones de vida de la humanidad.
La aplicación de la máquina de vapor a los transportes, tanto terrestres como marítimos, tuvo una inmediata repercusión no sólo en procesos de comercialización, sino también en la calidad de la vida, al permitir el desplazamiento rápido y cómodo de personas a gran distancia.
La construcción de los ferrocarriles fue la gran empresa del siglo XIX.